Porque
tanto tonto termina produciéndome dolor de cabeza. Sí, me suele ocurrir. No, no
puedo evitarlo. Parafraseando a Carlos Herrera, en España no cabe un tonto más.
Y es que ha saltado a la palestra el
caso de un militar, no uno cualquiera, sino un teniente general del Ejército
del Aire, con un importante cargo, vocal de la Asamblea de la Real Orden
Militar de San Hermenegildo, además de ex JEMAD (Jefe de Estado Mayor de la
Defensa), que se ha aliado con cierto partido político y ha hablado de más
sobre cuestiones políticas, enfrentando sus propias opiniones a la propia
Constitución Española. El Gobierno de España, a través de su ministro de
Defensa, lo ha cesado de su cargo fulminantemente y, ahora, los partidarios de
ese partido despotrican contra el gobierno de forma desaforada y cruel.
Bien, empecemos por partes. Lo
primero es dejar claro de qué hablo, para que no se me malinterprete. Contra
ese partido político no tengo nada en absoluto. Se supone que estamos en una
democracia (ja, ja) y que todas las ideas tienen cabida, mientras estén dentro
del marco de la ley (buena o mala) y no inciten a la violencia ni a salirse de
ese marco de la ley. Es más, por ser un partido nuevo, aún no tiene casos de corrupción,
como los partidos tradicionales. Ya llegarán. Si hasta en Poniente se acerca el
invierno, como diría Ned Stark. Con respecto al Gobierno de España, prefiero no
comentar en este escrito, que se me van a gastar las teclas, excepto que lo
está haciendo muy bien... para los banqueros, los empresarios de las Eléctricas
y todos sus amigos ricachones. Que no lo haga bien para mí, es sólo culpa mía.
¿Cómo se me ocurre no tener varios cientos de millones en los bancos... de
Suiza? Y sobre los simpatizantes y posibles votantes de ese nuevo partido, pues
que son libres de votar a quien deseen. Pero si quieren abrir la boca, que lo
hagan con coherencia, pero no para decir sandeces y estupideces a tutiplén.
El caso es que me han sorprendido
los comentarios de varios simpatizantes del partido al cual se ha unido este
general, porque han tachado la actitud del ministro y del resto de sus
compañeros de rastrera y vengativa, al cesar de su cargo a aquél. Y, entonces,
comenzó el dolor de cabeza. ¿No son esos mismos protestantes (no religiosos)
los que son más antifranquistas y prorepublicanos? ¿No son esos mismos
protestantes los que proclaman a favor de la memoria histórica de los
brigadistas, los anarquistas, los sindicalistas y las libertarias, y los que
claman contra la memoria histórica de las derechas de este país, incluyendo en
ellas a sus militares? ¿No son esos mismos protestantes los que afirman que los
militares del 36 eran unos traidores a su propia patria y a la II República, a
la que juraron defender? Vamos a ver, que yo me aclare, si ello es posible.
Este general está traicionando sus deberes como militar español por hablar en
contra de la Constitución, por lo tanto, está haciendo algo parecido a lo que
hacían sus antecesores en el siglo XIX y principios del XX, aunque sin balas de
por medio, claro. Entonces, ¿por qué los protestantes protestan contra su cese?
Ah, es que como son protestantes, deben protestar, sin ton ni son, pues para
eso fueron programados.
Aparte del dilema de la pastillita
azul o la roja, Matrix está a ambos lados, nos envuelve, y al igual que crea
sujetos conformes que se lo tragan todo, también crea individuos
despotricantes, sin razón o con ella. Otra excusa no veo para explicar el
comportamiento de los susodichos protestantes. Si precisamente para evitar que
vuelva a haber otro 18 de julio del 36 es la causa de que los militares
españoles tengan voto, pero no voz. No tienen permitido militar en ningún
partido ni afiliarse a sindicato alguno, para que no puedan llegar a confundir
sus lealtades. Su Lealtad única es por y para España y su Constitución. Punto
pelota. Ellos deben ser garantes de la soberanía de todos los españoles, y no
de unos pocos o de un color. Por lo tanto, para una cosa que ha hecho bien este
gobierno en los últimos cuatro años, que es destituir al general
indisciplinado, no creo que se merezcan el maltrato verbal del que están siendo
objeto.
Otra cosa, ya, sería pensar el
porqué dicho general en cuestión quiere ser candidato a ministro de Defensa por
un partido político cuyas premisas son, en ese ámbito, desmantelar el Ejército
y salirnos de la OTAN. Y digo yo, si estas dos cosas ocurren, ¿por qué tener a
este ministro como único soldado que garantice la libertad y la seguridad de
los españoles? Puestos a elegir a nuestro único caballero andante, ¿no sería
mejor poner como ministro de Defensa de España a Chuck Norris?
Elucubraciones aparte, quizá no
fuera tan malo extinguir el ejército español, así en la próxima guerra civil
los combates no serían con pacos,
sino que serían eliminatorias del Mario
Bros, o por insultos a través del twitter,
que se nos da mejor.
El Condotiero
Voto por poner a Chuck Norris... a ver quien tiene bemoles...
ResponderEliminarNo sé de quién me pudo venir la idea...
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